En los años 30, Shanghái, la metrópolis China, fue la salvación para unos 18.000 judíos alemanes. Pero pronto se cernió una nueva amenaza sobre ellos: con la ocupación japonesa de Shanghái, los alíados de Hitler se lanzaron a la persecución de judíos. Una época dramática, de la que han quedado pocos vestigios.